18/3/10

Try honesty.

y con mis pies pequeñitos caminaré hasta donde me lleven. puede que escojan el camino equivocado. puede que no siempre caminen rectos.
pero son mis pies. pequeñitos, firmes a veces, y sobretodo, siempre honestos.

no necesito grandes pies que caminen más rápido o sepan escalar mejor.
tampoco escogí tener los que tengo.

pero nunca les pedí que cambiaran. sólo que decidieran siempre hacia dónde querían ir.

probablemente, si no entiendes el camino que marcan mis pies pequeñitos, tus pies serán grandes y aspiraran a subir hasta la cima.

6/3/10

La soledad de dos lágrimas.

La soledad de dos lágrimas, muy juntas, casi exactas, que comparten destino, la hierba verde, y pensamiento, ¿porqué?
Dos lágrimas pequeñas, míseras y humildes, que no pretenden destacar, que no mienten, no se esconden, ni juegan a llamar a sus hermanas, ni bailan, ni se escurren, sólo salen de dos ojos tristes y pasivos para deslizarse y recorrer montañas y valles hasta llegar a tocarse en la húmeda y verde hierba.
Dos ojos que se miran, infestados de dudas y cariño que se esfuma por momentos, creadores de lágrimas sin pasado, que simplemente nacen, viajan y caen hacia el olvido.

Pero aún así, una sonrisa. Un desvío en el trayecto de una lágrima, que la transporta hasta un labio inferior grueso y desolado que aún desolado intenta estirarse para que la lágrima no llegue a su destino. Y ésta se desvía hasta llegar a una lengua que ha callado demasiado y que la absorve para nunca recordar que existió.


-Está saladita.


En cambio, la otra lágrima, en otro ojo también oscuro y también triste, no se desvía de su recorrido, por mucho que el labio, también grueso y también desolado, lo intente, es imposible.
Y ésta lágrima cae a la hierba verde y húmeda, sin encontrarse con ninguna otra, pues ya no existe.