Declaro...

La inmensidad del universo está dentro de mí.

Como no puedo expresar esto con palabras, quiero que cada vez que me veáis, me miréis a los ojos y asociéis su brillo con el sonido del agua correr, las hojas de los árboles al caer y la luz que entra por la ventana los primeros días de marzo.

Estoy enamorada de la vida. De su música, sus sonrisas, sus colores, su fluir. Y cuando sientes todo esto, la plenitud se convierte en un abrigo que te arropa siempre.

Gracias por hacerme sentir, por poner un espejo ante mí y acompañarme lentamente a verme sonreír, por darme millones de colores para matizar este cuadro infinito, por ofrecerme tu mano y pintar conmigo, por enseñarme a caminar despacio disfrutando de cada uno de los aromas de esta tierra. No hay mayor placer. No podría nada en el mundo hacerme más... feliz :)

Descanso...

Últimamente no he necesitado escribir.

He vivido millones de cosas, he dado pasos muy importantes sin estar nada asustada, he conectado y desconectado, me he asombrado, reído y sobre todas esas cosas, he sentido y he sido más que nunca.

No os he hecho cómplices de ello porque no me ha dado la gana, no he necesitado compartir con nadie más toda esta vitalidad, y creo que he sido una esponjita preparándose para dar un salto.

Me estoy empapando de tantas cosas... que cuando empiece a volar podré exprimirme y soltarlo todo sobre vuestras cabezas, a ver qué os cae en las manos y si os sirve para avanzar.

Quizás no esté demasiado por aquí durante un tiempo, pero no es mala señal. Estoy más viva que nunca, con la voluntad de un cielo infinito, y llena de abrazos que dar a todo el que use como reclamo una sonrisa.

Os quiero,

Alba Luz.