5/10/10

Y tu, ¿te mueves?

Yo puedo hablar del viento, del Sol, del color de las nubes cuando me siento pequeñita, de la felicidad de que un perro me muestre un dia el camino o simplemente de las gotas de lluvia rozando con desdén mi rostro. Porque en cuanto hablo de ello, me transformo. Soy lo que digo; he aprendido a ser.
Pero... y tú, ¿quién eres?

Yo puedo musitar palabras chiquititas, entonar cualquier melodía o gritar tan fuerte como me proponga lo que tengo dentro del pecho. Porque cuando esas palabras pasan por mi mente y poco a poco van saliendo de mi boca, con forma y color, rellenas de mi, me transformo. Soy lo que musito, canto y grito, porque siento cada cosa que digo.
Pero... y tú, ¿sientes algo?

Yo, igual que todo esto, puedo moverme, puedo bailar, puedo contar un chiste sin gracia, hacer en la cocina una desgracia o desnudarme y ser yo misma sin más. Puedo hacer cuanto se me antoje. Soy... sí, porqué no. Libre. No me ato a mi misma. No me obligo a hacer lo que creo que quiero hacer, simplemente dejo de odiar, dejo de pensar en lo que me dicen que piense, en lo que quieren y les interesa que piense, y soy yo. Pero no ése yo que tanto desea el resto, sino yo y punto, sin más. Sólo así pienso bailo actúo reflexiono escribo conmuevo abro cierro y existo.
No tengo miedo. Porque no tengo nada que perder. Ni a mi misma, porque no me poseo, nada poseo. Sólo así puedo ser libre y dejarme de historias y superficialidades.
Pero...
¿Y tú?

Prometo, PROMETO que por mi y por los que han luchado y luchan cada dia por seguir siendo, y por no ser como tú, que haré cuanto pueda hasta el dia en que deje de respirar por hacer de éste mundo un lugar habitable, un lugar bonito, culto, alegre, donde no nos avergoncemos por querer educar a nuestros hijos, padres o primos, donde seamos nosotros mismos de verdad y no exista el odio, ni la ambición, ni la envidia, ni la falta de personalidad.
He acabado entendiendo que vosotros no vais a dejar de hacer lo que os dicen. Es un peso menos que tengo encima, pero una carga más para el futuro. Que os jodan, seguiré luchando.