Ball and chain sin retinas.

Fluyo.

Escribo con los ojos cerrados. Y simplemente me penetra lo que oigo, lo que siento.

No puedo dejar mi alma libre de mí misma, pero sé que puedo .

Me siento como un pianista ciego que trata de pintar con sus dedos lo que no puede ver.

¿Sabes? Sé que me exijo. Que no me permito. Que no confío en mí todo lo que debiera. Que me miro de reojo para ver si lo hago bien.

Pero con todo eso, me amo más de lo que cualquier ser humano podrá amarme nunca. Me doy vida, me doy la mano para avanzar al ritmo que quiera. No pasa nada, tranquila. Y ya todo está bien.

No dejo de bailar conmigo misma para conseguir deshacerme de tontas capas de polvo. Siento que me voy liberando lentamente, y no quiero liberarme de lo que me ha dado vida y ahora quizás me estropea. Pero si sigo el curso natural de las cosas, acabaré llegando a mí, así que no debe de ser tan difícil.

No hay peor esclavo que el que se cree libre.

Y darte cuenta de que tu propia libertad dependía de sentirte arropada falsamente, siendo consciente de la falsedad pero no de la esclavitud, es de las cosas más tristes que pueden ocurrirte.

La esperanza que queda al abrir los ojos es todo el camino por recorrer para sentir esa plenitud con una misma, y nada más.

Era tan fácil teorizar sin creerlo del todo, que cuando te hayas frente al cuadro de tu propia vida ya no hay palabrejas que valgan.

Wish you were here.

y que siempre que el viento mueva mi pelo,

sea tu mejilla la que lo roce...

con el suave tacto que tiene el Universo al depositarnos en alguna parte, donde encontrarnos.

y que una sonrisa sea el reclamo para saber donde estamos,

pues siempre estamos donde el otro ame, sienta y sea.

"we're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year"

Since I've been loving you.

Entender que cada puto segundo de la vida es una explosión que nadie más que tú va a poder comprender a tu manera es entender el mundo.

Muchas cosas duelen. Muchas cosas son crueles. De nada sirve odiarlas.

Incluso la peor desgracia te hace avanzar, y el blues es quien te enseña a arrancar tus entrañas, a esparcirlas por el mundo, sufrir y resumirte a tu esencia, vivir.

En el blues se esconde la clave de la vida, una especie de carrera a ciegas que no lleva a ningún lugar, donde cada árbol, cada piedra, cada sonrisa te lleva un centímetro más hacia donde sea. El desespero con el que te exprime te lleva no sabes donde, pero no importa. Solo importa lo que vives, lo que te hace sentir, quedarte sin aliento, cerrar los ojos, chillar, disfrutar del silencio y mirar a las nubes.

Cachitos de universo.

En un impreciso instante como este, dos millones trescientas cuarenta y dos mil setecientas una (2.342.701) personas contienen la respiración. Acto seguido, dos millones trescientas cuarenta y dos mil setecientas (2.342.700) personas que habían detenido su respiración dejan que el aire vuelva a inundar sus pulmones, y sienten como el oxígeno vuelve a recorrer sus cuerpos, que por solo un instante empezaron a perecer.

Tan solo una persona, una en el mundo, prohíbe a su cuerpo llenarse de vida, volver a sentir esa conexión natural. Por un segundo, pretende no ver, no entender, no ser, ni siquiera pretende pretender. Sin forzar su organismo, deja que su cuerpo se vacíe por completo de oxígeno y se desvanece en algún lugar azul oscuro, nota como algunas fuerzas desconocidas acarician sus labios tiernos y estiran sus comisuras creando sonrisas. Siente como los dedos de sus pies son estirados hacia el infinito, su espalda se curva e inicia un baile extraño sin querer evitarlo. Con los ojos entreabiertos, vislumbra sombras y luces, movimiento y dulzura, y unas manos blancas se acercan para seguir creando esa danza no mecánica, siguiendo el pulso de la vida y la muerte, basándose en el latido del universo.

Entreabre algo más sus ojos, y de pronto retira su mano. Sus dedos tiemblan y por un segundo se mantiene alerta a lo que ocurre. Sus rodillas, sus muslos, su ombligo, sus brazos, sus dientes, sus ojos. Todo lo que le forma, todas las partes de su cuerpo, y quizás incluso su alma, se presentan ante él mismo y mueven su cuerpo. Despiertan sus músculos, crean cosquilleos en su espalda, juegan con su alma. Se ve a si mismo frente a él, y no puede hacer otra cosa que sonreírse. Piensa que hacía mucho que quería encontrarse. Confía en que ahora que puede verse ya no podrá sentirse solo.

Y lentamente acerca su mano a su propia mano. Entrelaza los dedos, y con una fuerza inexplicable acerca su pecho a su propio pecho, para sentir el calor nunca sentido y poder entender, casi sin buscarlo, casi sin saberlo.

De pronto no hay más que oscuridad, y nada a lo que abrazar. Pero no teme, no sufre. Mira sus manos y comprende, él mismo reluce. Es la luz que necesita en su único viaje, es el pulso que hace que su piel siga vibrando al contacto externo. Sonríe y cierra los ojos con una fuerza sobrehumana, para aparecer en el suelo tendido y en un mundo extraño, del que forma parte como individuo random. Le queda esa sonrisa en los labios y en los ojos, y un calor en el alma como un abrazo eterno. Se siente más ligero a pesar de saberse doble, y ya no dice tanto, pues sabe que sus palabras tienen también un doble peso . Con calma camina y acaricia las aceras, los robles, las flores e incluso las papeleras. Se observa en el espejo de un lago helado y en su ojo descubre el universo entero. Sabe que él mismo es un cachito de universo.

De dos millones trescientas cuarenta y dos mil setecientas una (2.342.701) personas que contuvieron la respiración en un impreciso instante como podría ser este, tan solo una hizo que esos segundos de sueño perecedero valieran la pena. Y su recompensa fue él mismo.

asdfghjklñ.

Tu dices que amas la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve. Tu dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla. Tu dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando el viento sopla. Por eso es que tengo miedo cuando dices que me amas.

Anónimo.

Notas al pie del desarraigo.

La tristeza de este vacío espacio-temporal me mece, asegurando que nada ocurre si nada muevo, si nada pienso, si nada soy.

Dejarte arrastrar por la cómoda pasividad de la nada es no notar el crujido cromático de las hojas impasibles contra el viento, la lucha interminable de las notas armónicas contra el ruido del mundo, el insoportable grito del universo por seguir expandiéndose.

En esta habitación cerrada solo puedo alimentarme de mi propia melancolía, y lo más soez es no querer ver la puerta.

A pequeños pasitos o a rastras, para no descubrirme a mí misma, voy llegando. Pero me encantaría acompañarme en este paso, y barrer el miedo con la escoba de Hércules, tener la fuerza de encontrarme vacía para empezar de nuevo un recorrido enorme.

Pero parece que este viaje tendré que empezarlo sola, incluso sin mí.

Voluntad.

Pensándolo bien... todo da igual. Nada es de suma importancia, si estás dispuesto a mejorarlo.

Siento como mis alas se expanden, se hacen enormes, abarcan medio mundo y yo sola soy capaz de rellenar sus huecos, todos ellos, con tan solo tiempo, caricias,miradas y sonrisas.

¿Quien dijo perderse? ¿Quien dijo incapaz?

La voluntad lo es TODO. Y con voluntad se llega a cualquier parte, a cualquier quimera, a la propia esfera azul.

Los humanos estamos limitados, pero la mayor de nuestras limitaciones es cada uno de nosotros para si mismo. Si no crees que puedas hacerlo, por mucho que trates de levantarte no darás ni un paso. Y podrás decir que el aire en esa esfera está envenenado, que la sonrisa corrosiva de su gente no es más que ponzoñosa e incluso un desperdicio. Pero tan solo tendrás miedo. Y la comodidad ignorante del sillón te llama, es cálida y segura. Pero es lo único que no desconoces.

Si tienes miedo de conocerte a ti mismo, de crecer hacia lugares insospechados, tan solo sabrás lo que ya sabes.

Vaya gracia de mundo entonces, ¿no crees?

El amor es un arma de doble filo.

Van a pasar miles de personas por mi vida. Mi cerebro va a captar imágenes de muchos seres humanos, quizás cientos de miles, aunque sólo muchos de ellos quedarán más de tres segundos en mi mente.

Pero hay personas excepcionales que en pocos segundos o en algunos años han conseguido llamar mi atención, pararme en medio de una multitud, hacerme correr entre cientos de árboles y ser objeto de mis sueños, calculo que para el resto de mi vida.

Ahora tengo claro que cualquier momento puede ser el perfecto y último instante de cualquier fase. Y hay que decir lo que se siente a tiempo, para que no llegue el momento en que ya no se pueda sentir.

Me gustaría susurrarte tantas cosas... y tan solo puedo gritar a kilómetros de ti. Sería tan fácil como hacer una radiografía de lo que he sido estos meses, y en todas las tomas saldrían tus manos reflejadas.

Me siento desnuda, indecisa y para nada merecedora de aliento o consuelo, pues tengo lo que he pedido. Pero nunca me ha gustado que no queden claros mis pensamientos, palabras, hechos y sentimientos. Y creo que va llegando el momento de hablar sin musitar sobre las caricias que no hemos dado, y también sin gritar sobre las miradas que sí hemos tenido.

El amor es un arma de doble filo, pues como fuerza cósmica puede tanto crear como destruir. Se puede volver contra nosotros en cualquier momento, y hacer de lo más bello cenizas en el aire. Puede estirarnos de cada uno de los dos brazos, y cuanto más creamos ir hacia el lugar indicado, más atados sentirnos al otro.

Incluso en un punto forzado, podemos llegar a maldecir la bendición del amor, cuando llega a tumbar todas las columnas que nos sujetan. Pero así es el puñetero estado de alienación, nos despoja de absolutamente todos nuestros esquemas, nos desnuda y nos araña la piel, hasta dejar a la vista y en carne viva todo nuestro ser, expuesto a lo que el mundo quiera hacer de él. Poco podemos hacer si nos dejamos llevar, pues las hojas al viento las lleva la corriente.

Pero nada puede igualar la plenitud que he llegado a sentir en segundos de mi vida que nunca olvidaré. La vida sin emoción no es NADA, y vale la pena ser arrastrado por el viento incesante que corre por nuestro interior si nos lleva por senderos tan maravillosos, pues la vida es cambio y el cambio siempre conlleva riesgos que pueden llevar a cualquier parte.

No me arrepiento de ninguna de las personas que he conocido. He ido de la mano de personas que han acabado traicionando todas mis sonrisas. He amado demasiado a quien se lo ha merecido. He confiado en quien me daba la espalda más de mil veces para intentar sacar de esa cabezota algo de sensibilidad. He bailado bajo lluvias de espinas con muchas personas maravillosas. Y he tenido que obedecer a mi espíritu libre aún fallando de esta manera a las personas más fieles. Pero he aprendido de absolutamente TODAS las personas que han pasado por aquí. Y eso es lo que las ha hecho especiales, y lo que me ha hecho especial a mí. Si he dejado un pequeño rastro de alegría en cada uno de vosotros, mi vida ha tenido algo de sentido. Si no, probablemente incluso más.

Me llevo muchas luces gemelas de estos 18 años, y aún me quedan otros tantos para haceros brillar un pelín más, y seguir descubriendo maravillas de este mundo imperfecto, a pesar de su doble filo.