22/2/11

Por el recuerdo que no deja de latir.

Hay cosas que sólo algunos pueden entender. La gente pasa por tu lado, tu caminas, caminas, caminas... Todos marcamos y quedamos marcados, de una forma u otra. Como si de unos hilos finitos que se disparan a cada segundo se tratase. Pero, ¿qué pasa cuando un hilo no se rompe? ¿Qué ocurre cuando un hilo se resiste a desaparecer, y mueve todos los que estan a tu alrededor, como si de golpe te encontraras en un remolino, y tu ni tan siquiera quisieras salir?
Nunca seremos capaces de controlar todos los hilos que tejen nuestra vida. Y a la vez, en cuanto un hilo de mil colores se distingue entre los semitransparentes, lo sabemos.
Entonces, ¿porqué nos cuesta tanto agarrar ese hilo y tirar de él para llegar al otro lado?
A veces tenemos miedo de no retroceder jamás, pero no sabemos que los hilos no nos poseen; simplemente estan ahí, nos llaman, nos gritan, nos suplican incluso... Y si no queremos escuchar, es tan fácil como desaparecer.
Pero hay algo claro, el color de ese hilo no se te olvidará en la vida. Y a veces es muy malo vivir del recuerdo.
Yo creo que el arrepentimiento no cabe en un corazón que ha hecho siempre lo que ha creido justo.
Hay cosas que sólo algunos pueden entender. Y hay que estar orgulloso de ello.