30/4/10

Dudas existenciales.

Me cuesta encontrarme.
Sé que existo, sé que nací hace ya unos cuantos años, y de vez en cuando hago bien las cosas. Pero me cuesta encontrarme.
Y también entenderme, sobretodo entenderme.
Puede que al pasar por tu lado, caminando sola, sonriendo alegre o buscando razones, por una milésima de segundo permanezca en tu cerebro la imagen de la lágrima que cae por mi mejilla.
Pero no será más que eso, ni siquiera un segundo, en el que seré protagonista de tu vida.
Como este post, que arde y cuando sólo sea ceniza será leido casualmente por alguien.
Dentro de una semana, o cuando yo ya no musite palabras sin sentido.

No somos nada. Más que polvo estelar que se junta y crea, mas un soplo de vida.
Pero en muy poco voleremos a ser polvo, quizás polvo enamorado, pero al fin y al cabo polvo.

Aún así, yo sé que cuando ya no quede nadie para recordar los sentimientos que ahora yo escribo aquí, y que muchos otros escribirán o escribieron ayer, éstos seguirán vivos, flotando en el aire, pues algo tan intenso es imposible de borrar.

12/4/10

tantos planes, tantos planes vueltos espuma.

Quien no lo sepa ya
lo aprenderá de prisa:
la vida no para,
no espera, no avisa.
Tantos planes, tantos planes
vueltos espuma
tu, por ejemplo,
tan a tiempo
y tan
inoportuna

Eran más bien los días
de arriar las velas.
Toda señal a mi alrededor
decía: cautela.
Cuánta estrategia incumplida
aquella noche sin luna
tu, por ejemplo,
tan bienvenida
y tan
inoportuna

¿Quien sabe cuándo,
cuándo es el momento de decir: ahora?
Si todo alrededor te está gritando:
¡Sin demora, sin demora!

Inoportuna, de Jorge Drexler.
http://www.youtube.com/watch?v=ZGFqd_-tq5Q&feature=fvw

10/4/10

Exilio.

Blanca cerró la puerta y se puso la mochila enorme en la espalda. Se dió cuenta de que hacía aún un poco de frío y debería haber cogido otra chaqueta. Ya pararía por el camino.
Echó a andar pensando en su mochila. Toda su vida estaba en ella.
Ropa, todos sus ahorros, pocos recuerdos, su libreta roja y su cámara de fotos. En la mano, la primera guitarra que compró de segunda mano a un tipo con pintas hippiosas.
Si hubiera tenido más tiempo, quizás se hubiera acordado de coger braguitas. Ya las compraria dondequiera que fuera.
Las bambas que colgaban de un mosquetón de la mochila le iban dando golpecitos en el culo, pero ella no se quejaba.
A penas podía sentir nada, el miedo y la inseguridad le nublaban la vista, y las lágrimas asomaban tímidas por sus dos ojos. Una mueca le salió de dentro al pasar por el lado de su olivo y recordar todas las tardes que había pasado bajo éste leyendo, jugando, escribiendo, viendo pasar la gente e imaginando sus vidas, sus sentimientos.
Pero tenía muy claro porqué hacía lo que estaba haciendo, y no se echó para atrás.
De pronto, frenó en seco.
Palpó su bolsillo derecho y se dió cuenta de que las llevaba encima. La costumbre ni siquiera se saltó aquel dia.
Volvió hacia la puerta y entró de nuevo en casa. Miró un segundo hacia la mesa, lo justo para dejar en ella las llaves, al lado de la carta que tanto le había costado escribir.
Ahora sí, pensó. Ya está.

Se dirigió a la puerta y echó un último vistazo a la que siempre había sido su casa. Hasta otra.

3/4/10

-Cerca de las nubes.

Hoy el viento hace que tu ropa se amolde más a tu cuerpo.
Y yo pienso en cómo te quiero cuando estás más cerca de las nubes.
Vamos subiendo poco a poco la montaña. Nos perdemos por caminos poco señalados, con flores rojas y blancas que hacen pensar. It makes me wonder.

Y un banquito aparece de la nada. En él charlamos felices, nos inventamos historias y dejamos que ríos de sonrisitas pequeñas vayan fluyendo entre nosotros.

Al rato, perdemos el sentido, y el banquito deja de serlo para convertirse en nube que hace de taxista para conducirnos hacia cualquier parte, los caminitos dejan de existir y yo sigo pensando en lo mucho que te quiero cuando estás más cerca de las nubes. Al rato, y después de pasear entre ellas, la nube deja de existir y el banco reaparece.

Hoy el viento nos ha llevado hasta aquí. Lo más probable es que no volvamos a vernos, banquito.