27/11/11

Y si aún queda rabia, amor, rebeldía y alguna que otra lágrima por no saber vivir, siempre nos quedará la pasión.
La pasión, derivada del amor, tendría que ser el motor de nuestras vidas, el sentido de nuestra existencia. Sin pasión, la vida es absurdamente inútil.


Hay veces en que obligarse a buscar soluciones y forzar lo que ya existe tan solo sirve para tirar tierra sobre lo único bello.
Quizás sí sea mejor quedarse con el sabor en los labios y decir adiós a todo lo que el viento quiera llevarse, aceptar que las hojas acaban por caerse del árbol y que nunca pueden volver a ser verdes, aunque sí muchas otras cosas.

Yo siempre he luchado por todo y contra todo. No me gusta el conformismo, no me gusta aceptar sin más lo que podría ser el doble de brillante. Siempre he querido ser más luz, y crear más luz.
Pero por hoy, voy a observar, simplemente. Y con una sonrisa que tan sólo tu y yo entendamos agradeceré a la vida los segundos de plenitud, y aprenderé de los errores. Hasta encontrar el lugar donde entenderlo todo, para poder volver a crear, para saber cómo tomar las riendas. Estoy cansada de no saber, pero tendré paciencia y, por una vez, voy a aprender.

Fluir, recuperar, crecer. Disfrutar cada nota como si fuera el último suspiro, cada susurro como si fuera a extinguirse al otro segundo. Nada es fácil y todo es efímero. Basta con atrapar las sonrisas en nuestros ojos, sin enjaularlas, para llevarlas siempre libres con nosotros.


25/11/11

Ordenando pájaros.

Una vez una tía mía me dijo que para poder convivir con alguien, antes debías aprender a vivir sólo contigo misma. Cada vez le encuentro más sentido.

Y es que, ¿cómo pretendo cambiar el mundo o secar una lágrima si ni tan siquiera he podido separar aún los pájaros que cantan de los que gritan en mi cabeza?
Me espera una buena temporada de orden caótico dentro de mi misma, y estoy bastante orgullosa de ello.

Creo que por fin estoy aprendiendo a escuchar lo que mi luz intenta decirme desde dentro. Brillarás, en cuanto te desnude de tanta tontería. Y si no es así, te permito hacerme caer de algún escenario, no lo tendré en cuenta si me ayudas a ordenar mis dudas.

24/11/11

Sin títulos.

Algo perdida en una nube de hilos entrecruzados: hilos nuevos, de colores, hilos antiguos, hilos muertos e incluso ideas de hilos inexistentes.
Demasiado perdida entre tanto hilo, se estremece mi cuerpo, y no sé como acaban mis manos atadas a una estaca enorme que sale de mi pecho, que agujerea mis sentidos y me parte en mil pedazos.

Tengo clara la salida, la luz. La veo en mis ojos. Se encuentra en ellos, y aún así, es tan complejo entrar dentro de uno mismo, teniéndose tan cerca...

Estoy segura de que ando por esos caminos, y a voces me grito un poco, pero no me encuentro. Basta con sentir mi mano sobre mi mano para saber que sigo aquí.

Basta con cerrar los ojos para dejar de sentir los vuestros.
Basta con un rayo de luz para poder volver a abrirlos.

16/11/11

Noviembre.

A la mierda noviembre y sus lluvias.
A la mierda los ríos de culpa, las nubes de rabia.
Quinientas gotas de pena resbalan por las paredes de mi alma,
como cada noviembre, como cada puto quince de noviembre.
Y sus caminos llenos de barro embotan mis pies, me arrastran y me ahogan.
Noviembre es un paso más hacia el desastre, un paso más hacia... ¿qué?

Quizás temo hacerme mayor, por haberlo sido siempre.
Noviembre lleno de convencionalismos. Noviembre vacío de sonrisas. Agrio y sin dulzura.

¿Vienes a abrazar mi noviembre? Quizás así rompa la cadena...

15/11/11

La búsqueda.




Los humanos pasamos la vida buscando la armonía, el significado, la chispa que nos haga olvidar todo lo demás, aquel sentimiento que tan solo puede aportarnos algo único, especial, inesperado. Anhelamos la fusión con nosotros mismos, el sentido de nuestras vidas, encontrarnos en cada esquina, en cada destello azul y en cada rostro.
Tan solo la música consigue sacar de nosotros esa pureza, arrancarnos una lágrima con un solo arpegio, hacernos pequeños como un mosquito o tan grandes como el universo, con tan solo abrir una boca, con tan solo susurrar una nota.
La música en si misma es amor por la vida.


13/11/11

Plenitud.

Hay momentos en que sientes que la vida vale tanto la pena... de golpe puedes mirar diferente las paredes de tu alma, las nubes cobran sentido, todo prende un color diferente, un brillo precioso. Crees incluso que tu cuerpo se eleva, que puedes hacer lo que quieras con tus brazos. Tus pies dejan su contacto vital con la tierra para entender el verdadero significado, volviéndose aire, explorando dentro de si mismo.

La vida es tan maravillosa... que incluso creo que puedes hallar lo que desees en cualquiera de sus ramificaciones. Es cierto que cada pequeño detalle implica dejar atrás posibilidades fortuitas que ya nunca serán, pero hay tanto por ver, tanto por crear, sentir, amar, construir, hacer y deshacer, tanto por ver, que acabamos entiendo que elijamos el camino que elijamos, si somos nosotros mismos, si actuamos en consecuencia con lo que creemos, si queremos ser y hacer felices, y nos fundimos con el resto de universo, dará igual que perdamos cosas por el camino. Por que siempre seremos capaces de fluir. Y si realmente deseamos ver a alguien en la siguiente estación, acabará por volver a subir a nuestro tren.

Ojalá todos pudierais sentir esta plenitud... y sé que tu, pequeña, puedes hacerlo :)

[Algunas personas creen que sus cadenas son simples cabellos enredados. De vez en cuando hay que peinar la vida, simplemente para estar seguros de que no nos estamos perdiendo nada.]

12/11/11

All of me.

All of me
Why not take all of me
Can’t you see
I’m no good without you
Take my lips
I want to loose them
Take my arms
I’ll never use them
Your goodbye left me with eyes that cry
How can I go on dear without you
You took the part that once was my heart
So why not take all of me.


:) <3

Viejos fantasmas.

Antes de ayer fui un fantasma. Desaparecí ante todos y, por unas simples horas, dejé de existir. Me fundí con el olor de pan recién hecho, con las luces de farolas negras a las siete de la tarde, con los pasos de peatones, las bolsas cargadas y los carritos de la compra. Conseguí fusionarme con el ambiente cargado, con las palomitas quemadas y alguna que otra mirada esquiva.
De golpe, fui pasto de la soledad, no tuve otra que darme un empujón y al más puro estilo "tira palante, Chinato" reaparecí. Dejé de ser pan, farola y carrito. Pero seguí siendo palomita y mirada marchitas. Y por consiguiente, fantasma.

-Y como buen fantasma, sigo viajando en trenes vacíos.

Pero son esos fantasmas que nos tiran de la ropa, nos revuelven el pelo y deshacen nuestros actos, los que poco a poco se olvidan de nosotros, nos dejan a un lado, desocupan nuestro cuerpo y con el viento marchan adondequiera que la corriente les atrape, encuentran otros ojos con luces de colores y entran por la oreja, sin ser vistos, sin tan siquiera hacer un mínimo ruido, para de pronto arraparse a sus almas, invadir sus pulmones y ahogar sus vidas, con el único objetivo de no sentirse, por una única vez, tan solos.
Aún sin conseguirlo acaban por marcharse, en un ciclo interminable de eterno retorno. El problema reside en el vacío que dejan. A veces, la empatía nos juega malas pasadas, y acabamos por creernos fantasmas cuando nunca tuvimos ni sombra.

10/11/11

Cuando la melancolía ataque.

Todo se basa en mirar el mundo sin gafas de sol, y tan solo usarlas cuando el sol se marche.

Reducirlo hasta el más puro suspiro.

¿Cuando vamos a dejar de ser la última persona de nuestras vidas?
La vida es un cambio de acera constante que carece de paso de peatones... y ahí reside la gracia, la estupidez de hacer lo más sencilla la complejidad, de desnudar el alma de la forma más pura, de hacer el amor con todos los sentidos y de todas las formas existentes...
La vida es tan bella que asusta, y el miedo a la libertad le resta magia, pero realmente está a un simple paso de nosotros aceptar que nada es fácil, y que el verdadero reto es ese, simplificarlo.

8/11/11

Pinturas.

Hay tantas personas en el mundo... van y vienen como trenes. Sus vidas son furtivas y cuesta una mirada entre tantos ojos.
Pero hay algunas personas que suben a tu tren, lo revuelven, lo pintan de colores, lo llenan de música, bailan en él, y se bajan en algunas paradas para volver más adelante.
Esas son las personas que hay que cuidar, las que se atreven a subir a tu tren y ayudarte a modificar lo que hay dentro, las que hacen que viajar sea tan alucinante y precioso, que valga tanto la pena.

Gracias por pintar mi tren desde hace tantos años... y perdona si bajo en alguna estación, ¡siempre me encontrarás esperando en la siguiente con los colores preparados!
Nos queda tanto por pintar juntas... ¡que no puedo imaginarme trenes vacíos!