Entender que cada puto segundo de la vida es una explosión que nadie más que tú va a poder comprender a tu manera es entender el mundo.
Muchas cosas duelen. Muchas cosas son crueles. De nada sirve odiarlas.
Incluso la peor desgracia te hace avanzar, y el blues es quien te enseña a arrancar tus entrañas, a esparcirlas por el mundo, sufrir y resumirte a tu esencia, vivir.
En el blues se esconde la clave de la vida, una especie de carrera a ciegas que no lleva a ningún lugar, donde cada árbol, cada piedra, cada sonrisa te lleva un centímetro más hacia donde sea. El desespero con el que te exprime te lleva no sabes donde, pero no importa. Solo importa lo que vives, lo que te hace sentir, quedarte sin aliento, cerrar los ojos, chillar, disfrutar del silencio y mirar a las nubes.
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