1/6/13

¿Qué queda?

Suaves, se arrinconan las hojas bajo el árbol
cuando ya nada les queda por ver ahí arriba.
Su razón de ser, el viento.
Su ser y su viento, la sinrazón. 


Quisiera un espíritu imperecedero que nunca se dejara vencer por la pesadumbre. Que no se abandonara bajo el árbol en lugar de encontrar su coraje. Quisiera no tener que rendirme a cambio de un silencio que a menudo aparenta ser mejor que la realidad espinosa.

Por suerte, cuando llega el viento se lleva consigo el querer, la pesadumbre y la hoja. 
Y entonces, ¿qué queda?