La soledad de dos lágrimas, muy juntas, casi exactas, que comparten destino, la hierba verde, y pensamiento, ¿porqué?
Dos lágrimas pequeñas, míseras y humildes, que no pretenden destacar, que no mienten, no se esconden, ni juegan a llamar a sus hermanas, ni bailan, ni se escurren, sólo salen de dos ojos tristes y pasivos para deslizarse y recorrer montañas y valles hasta llegar a tocarse en la húmeda y verde hierba.
Dos ojos que se miran, infestados de dudas y cariño que se esfuma por momentos, creadores de lágrimas sin pasado, que simplemente nacen, viajan y caen hacia el olvido.
Pero aún así, una sonrisa. Un desvío en el trayecto de una lágrima, que la transporta hasta un labio inferior grueso y desolado que aún desolado intenta estirarse para que la lágrima no llegue a su destino. Y ésta se desvía hasta llegar a una lengua que ha callado demasiado y que la absorve para nunca recordar que existió.
-Está saladita.
En cambio, la otra lágrima, en otro ojo también oscuro y también triste, no se desvía de su recorrido, por mucho que el labio, también grueso y también desolado, lo intente, es imposible.
Y ésta lágrima cae a la hierba verde y húmeda, sin encontrarse con ninguna otra, pues ya no existe.
1 comentari:
Alba, serás una gran comunicadora de sentiments. Una mica d'alegría i tristesa juntes fan això, es perden i es recuperen llàgrimes de manera incontenible...
De tanta sal vessada s'en podria omplir un saler...
;)
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