13/11/10

Freedom.

Con los pies en el suelo y las manos levantadas. Intentando unir el cielo y el suelo con las puntas de mis dedos. En estado ingravitto, casi.
No puedo estar más llena. Quizás aquellas cuerdas que me até yo misma eran cómodas y me impedían caer, pero con ellas no podía ver la belleza del mundo. Ahora que las he desgarrado, soy feliz. Puedo verlo todo, sentirlo, tocarlo con mis manos y saber que es real, que soy capaz de llegar.
Me he superado. Y ya no busco campos verdes detrás de mi casa.
Porque tengo un campo verde dentro de mi, y ya no se seca jamás.
Lo he comprendido, no debia buscar fuera de mi lo que solo puede estar en mi misma.
Da igual que todos los campos estén secos, fríos, negros, calcinados. Porque con el mío puedo hacerlos florecer de nuevo, sé que puedo.
Ahora que he podido alcanzar esta libertad, soledad al fin y al cabo, pero en compañia de mi misma, no la dejaré por nada del mundo.
Ahora sé hasta donde puedo llegar y no tengo miedo, no puedo perder nada si sólo (o solo) me tengo a mi misma.

2 comentaris:

Maggot ha dit...

Genial, ho has descrit a la perfecció :)

Expandim els nostres camps, fem que floreixi tot tipus de vegetació, deixe´m que altres persones hi arrelin i visquem en armonia.

Marco ha dit...

Alba, escribes siempre bien! Cuál es tu campo verde? Y crees que sólo tu podrás - sencillamente con tus fuerzas - regar ?
La libertad no se conquista jamás en solitud.
;)