5/4/11

Tu eres verde, eres mi verde preferido.

Me encanta el color amarillo, quizás por el hecho de escuchar desde bien pequeña que es el color de la mala suerte. Pero vaya, qué le vamos a hacer. A mi me recuerda a los rayos de sol invisibles, y al calorcito que te dan cuando interfieres en su trayectoria. También me recuerdan a los campos llenos de flores, a mi habitación, incluso a un par de libros que tengo pendiente aún leer.
También me gusta un poco el color azul, aunque de otro modo. Me tranquiliza pensar en el agua del mar, el cielo claro y sonriente. Pero fíjate, cuanto más te acercas a lo azul, más reparas en que, en realidad, ni tan siquiera tenía color. Y no me gustan las mentiras.
Pero cuando salgo a la terraza todo se llena de verde. Verde del campo porque es primavera, verde que impregna todo lo que alcanza. Me gusta salir y observarlo. Notar sus cambios y sentirme bien, sin intención de poseer algo que es libre. Aunque en cualquier momento pueda marcharse, y llegue el verano. Su verde ha venido, libre y risueño, y yo le sonreiré hasta que se marche.