14/4/11

¡Viva la República!

Hoy hace 80 años de un sueño. Un sueño que se vió truncado por culpa de la represión fascista y culminó en casi 40 años de dictadura, que aún incluso nosotros, nietos de los que la vivieron, llevamos encima.
Un dia como hoy, en 1931, se proclamó la República. Ánsias de libertad, de cambio, de progreso hacia una sociedad más igualitaria y justa, buena con todos, sin hambre, ni miseria, ni señores ricos que acapararan todo lo existente. Un gran sueño que terminó en tragedia.
Y aunque siempre nos parecen más largos los tiempos malos, esta vez está claro. Fue un proyecto ambicioso, que no pudo llevarse a cabo tal y como se esperaba por temas que no tenían nada que ver con la República en si.
El caso es, ochenta años después, ¿cómo estamos? ¿Realmente avanzamos?
Yo me planteo, si pudo ocurrir entonces, ¿por qué no ahora?
¿Por qué no luchar por un lugar mejor, por destrozar el capitalismo, las desigualdades, la represión, el cinismo con el que se nos trata? ¿Por qué no intentarlo, si una vez pudo ser, por corta que fuera?
Todos sabemos que tarde o temprano tenemos que estallar, y el momento se irá acercando. Cuanto antes actuaemos, demostremos nuestro rechazo a la sociedad que no hemos creado y que tampoco nos acepta, y comprendamos que debemos cambiarla, que está en nuestras manos, y que es nuestro momento, antes podremos comenzar a ilusionarnos por el cambio, a crear orgullosos un nuevo futuro para todos, donde todos quepamos, donde todos tengamos voz.

Me da igual que no me crean. Me da igual que tan solo piensen utopía y sigan con sus vidas, o se ilusionen por un momento y luego lo dejen pasar de nuevo.

Este es mi pequeño homenaje a la lucha que llevaron a cabo unas mujeres y unos hombres que tan sólo creían en la libertad, la justícia y el derecho a una vida digna e igual, sin miedo, represión ni corrupción. Soy positiva frente al cambio, pues creo que al menos ese es el primer paso para conseguirlo. Pero llevamos demasiado tiempo estancados en él, el momento de avanzar ha llegado. Por mi parte, ya lo tengo claro.