A veces parece que solo es necesario un rayo de Sol para recordar que la pura existencia ya lo es todo, pero me he acostumbrado a necesitar tantas cosas...
Solo cuando el calor pinta ilusiones en mi espalda me relajo y le doy a cada cosa la importancia que tiene, que realmente es mínima.
A veces me obligo a pensar que no necesito nada, como escudo anti-dolor por las ostias que ya me he dado, pero no sirve de nada ponerse tiritas antes de darse el golpe. Vivir la vida preventivamente es existir sin respirar, con los ojos cerrados para no quedarte ciego, sin decir palabra para no cagarla.
Hay que aceptar que en la vida necesitaremos cosas, y en algunos momentos dependeremos de ellas. Solo aceptándolo podremos cambiar lo que nos haga daño y saber qué queremos.
Y con todo esto, concluyo:
¡¡¡Qué fácil es predicar!!!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada