20/5/14

Ya es luego

Como un caramelo de otro siglo, el mando de la anterior televisión entre los cojines de un sofá de antaño o una carta de mi yo pretérita siendo advertida de algún mal absurdo.

Me encantan las cosas que llegan tarde porque demuestran lo ridículo de la obsesión de tiempos pasados. No sé si todo llega, pero que llegue tarde no es tan catastrófico si al menos ha de servirle de espejo a mis obsesiones. 
Hoy me ha llegado por sorpresa un paquete que pedí hace tiempo, algo que buscaba con ansia desde mi asiento y que los cristales del tren no me dejaban ver. Hoy he podido comprobar que por supuesto no era aquello lo que quería. Y agradezco al tiempo que me lo entregue tarde e inesperadamente, porque de otra forma, en su momento (que no lo era) no hubiera sabido aprovecharlo.

3 comentaris:

Lord Galdor ha dit...

Què fariem si a la vida tots els paquets arribèssin en el moment adequat? No podriem rebren d'altres, ni aprendriem de tots i cadascún dels paquets que la vida ens té reservats.

ABJ ha dit...
L'autor ha eliminat aquest comentari.
ABJ ha dit...

Albornoz