No quería formar parte de una masa de gente que corre como el viento, y que como el viento se deja llevar, pues esa gente, por más tranquila y segura que pueda parecer no deja de ser influenciable.
Yo solo corro para pensar, yo no quería correr para huir.
Pero el miedo, la inseguridad siempre nos traiciona, traiciona nuestras convicciones, nuestras quimeras, nuestras ideologías, y pervierte nuestras ilusiones, pues nos hace olvidar todo lo que nos importa y lo que nos da la vida. No hay que tener miedo, no hay que dejarse llevar.
No hay que dejar que el viento haga volar nuestro camino, pero si nuestra imaginación. No hay que perder el control, pero controlar no es bueno.
Solo hay que ser parte de uno mismo y decidir que queremos que nos acabe de formar, pues al contrario de lo que mucha gente (gente que se lleva el viento) cree, cada persona es un conjunto de miles de cosas, y solo podemos enamorarnos de la parte que está libre de adornos. Solo cuando nos despojamos de esos vestidos que todo lo cubren, que hacen bonito hasta el ser más feo, podemos decir que somos nosotros mismos.
Supongo que esto debe ser lo que llaman alma.
1 comentari:
:)
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